Los arrendadores privados suelen regalar hasta 5.000 euros al año por su ignorancia. La mayoría de los asesores fiscales aún no son conscientes de las oportunidades que ofrecen las recientes sentencias a los arrendadores privados: Para ahorrar cantidades excesivas en el futuro, pueden aumentar la llamada tasa de amortización. El importe de la amortización, conocido en derecho fiscal como amortización por desgaste (AfA), se basa en la vida útil de un activo fijo.
La disposición del artículo 7 (4) frase 2 EStG básicamente da a los contribuyentes la opción de si se conforman con el coeficiente de amortización normalizado de acuerdo con el artículo 7 (4) frase 1 EStG (50 años de vida útil para edificios a partir de 1925) o si tienen la vida útil real más corta determinada por un dictamen pericial. En muchos casos, el periodo de amortización puede acortarse considerablemente y pueden solicitarse beneficios fiscales.
La sentencia recientemente publicada del Tribunal Fiscal de Colonia (asunto número 6 K 923/20) siguió a la sentencia del Tribunal Fiscal Federal de 2021 (asunto número IX R 25/19) sobre el mismo asunto.
En la sentencia del Tribunal Fiscal Federal, la vida útil en el sentido del artículo 7, apartado 4, frase 2, de la EStG se define de conformidad con el artículo 11c, apartado 1, del EStDV como el periodo en el que cabe esperar que un edificio se utilice de acuerdo con su finalidad prevista. La vida útil que debe estimarse viene determinada por las circunstancias legales, la depreciación económica y el desgaste técnico. Por regla general, se basa en la vida útil técnica, es decir, el periodo en el que el activo, es decir, el inmueble existente, está sometido a desgaste técnico. Si la vida útil económica es inferior a la vida útil técnica, el sujeto pasivo arrendador puede referirse a ella.